11-03-2010, 01:10
11 M
11-03-2010, 09:09
Venia hace unos minutos en el coche escuchando la cadena ser y estaban haciendo un reportaje sobre un hombre moldavo que fue medico en el ejercito y que entonces no tenia papeles e iba en el tren y salvo bastantes vidas haciendo torniquetes con cualquier cosa que encontraba entre los restos del vagon, y me ha sabido mal ver como este señor ha pasado durante mucho tiempo inadvertido sin que le sea reconocido su merito, cosa que tampoco el ha buscado como han hecho otros personajes que vendieron sus heroicidades a las revistas y pasean sus insignias por la tele.
Yo me inclino ante su persona por hacer lo que hizo, como lo hizo y porque se que en su lugar pocos hubieran hecho lo mismo que el.
Yo me inclino ante su persona por hacer lo que hizo, como lo hizo y porque se que en su lugar pocos hubieran hecho lo mismo que el.
11-03-2010, 20:54
Acabo de leer esto y me he quedado a cuadros, a rombos y a triangulitos!!!!
La mujer que nunca estuvo allí
Ha recibido la nacionalidad española, un piso y decenas de miles de euros. Lorena Candelario nunca estuvo en los trenes del 11-M pero lleva desde 2004 viviendo a costa de las ayudas reservadas a las víctimas.
Lorena Candelario se encontraba trabajando en Barajas cuando la masacre sacudió Madrid. Como ha podido comprobar El Mundo, el 11 de marzo de 2004 acudió al ambulatorio de esa localidad madrileña, en la otra punta de donde sucedieron los atentados, a las 18.40 h. de la tarde, 11 horas después de la matanza. Es en ese momento cuando comenzaron las mentiras. Se desplazó a la capital del horror y, tras varios chequeos en el hospital de La Paz, obtuvo el premio que buscaba. Le diagnosticaron reacción aguda al estrés. A partir de ahí, se le abrieron las puertas a los tribunales médicos del 11-M. Pero Candelario, de origen ecuatoriano, no tenía ningún daño.
Consiguió recaudar más de 11.000 euros en ayudas además de un sueldo de 900 euros durante nueve meses de la Asociación de Ayuda a las Vícitimas. Pese a los indicios de engaño y haber sido imputada por simulación de delito en octubre de 2007, la habilidad de su abogada para presentar un enorme acopio de dictámenes médicos de dolencias subjetivas consiguió que el caso se sobreseyera.
Desde entonces y hasta hace cuatro meses, siguió recibiendo ayudas mensuales de entre 400 y 1.000 euros de las subvenciones del Ministerio del Interior. No obstante, cesaron cuando, por fin, este Ministerio y las asociaciones de víctimas, convencidos de estar sufriendo un engaño, detuvieron los ingresos.
Pero había más. En 2008, no satisfecha con lo recaudado, solicitó a la Comunidad de Madrid una vivienda de titularidad pública que adquirió por menos de 200 euros al mes. Este fraude es aún mayor porque Lorena Candelario ocultó que ya era propietaria de un piso que decidió alquilar a una familia por 1.150 euros mensuales. Con este nivel de ganancias, no es de extrañar que la mujer dejara de trabajar.
Según el rotativo, Interior ha puesto ya el caso en manos de la Abogacia del Estado para tratar de recuperar las cantidades que considera estafadas al erario público. Pero lo cierto es que Candelario, según personas de su entorno familiar, “sólo pretendía sacarle un dinerito al Estado”.
Otros casos
Las grandes masacres parecen ser el escenario perfecto para enorme fraudes. Alicia Esteve, o Tania Head -como se hacía llamar-, era una de las ’supervivientes’ del 11-S que mejor narraba sus vivencias en el atentado. Llegó a ser la presidenta de la Red de Supervivientes del World Trade Center hasta que el The New York Times logró desenmascararla en septiembre de 2007.
Enric Marco estuvo 30 años contando su dramático pasado como víctima del nazismo en el campo de concentración de Flossenburg. Tres décadas después y tras presidir la asosiación Amical de Mauthausen, declaró que inventó este relato porque “así la gente le escuchaba más y su trabajo divulgativo era más eficaz”. Ocurrió en 2005.
La mujer que nunca estuvo allí
Ha recibido la nacionalidad española, un piso y decenas de miles de euros. Lorena Candelario nunca estuvo en los trenes del 11-M pero lleva desde 2004 viviendo a costa de las ayudas reservadas a las víctimas.
Lorena Candelario se encontraba trabajando en Barajas cuando la masacre sacudió Madrid. Como ha podido comprobar El Mundo, el 11 de marzo de 2004 acudió al ambulatorio de esa localidad madrileña, en la otra punta de donde sucedieron los atentados, a las 18.40 h. de la tarde, 11 horas después de la matanza. Es en ese momento cuando comenzaron las mentiras. Se desplazó a la capital del horror y, tras varios chequeos en el hospital de La Paz, obtuvo el premio que buscaba. Le diagnosticaron reacción aguda al estrés. A partir de ahí, se le abrieron las puertas a los tribunales médicos del 11-M. Pero Candelario, de origen ecuatoriano, no tenía ningún daño.
Consiguió recaudar más de 11.000 euros en ayudas además de un sueldo de 900 euros durante nueve meses de la Asociación de Ayuda a las Vícitimas. Pese a los indicios de engaño y haber sido imputada por simulación de delito en octubre de 2007, la habilidad de su abogada para presentar un enorme acopio de dictámenes médicos de dolencias subjetivas consiguió que el caso se sobreseyera.
Desde entonces y hasta hace cuatro meses, siguió recibiendo ayudas mensuales de entre 400 y 1.000 euros de las subvenciones del Ministerio del Interior. No obstante, cesaron cuando, por fin, este Ministerio y las asociaciones de víctimas, convencidos de estar sufriendo un engaño, detuvieron los ingresos.
Pero había más. En 2008, no satisfecha con lo recaudado, solicitó a la Comunidad de Madrid una vivienda de titularidad pública que adquirió por menos de 200 euros al mes. Este fraude es aún mayor porque Lorena Candelario ocultó que ya era propietaria de un piso que decidió alquilar a una familia por 1.150 euros mensuales. Con este nivel de ganancias, no es de extrañar que la mujer dejara de trabajar.
Según el rotativo, Interior ha puesto ya el caso en manos de la Abogacia del Estado para tratar de recuperar las cantidades que considera estafadas al erario público. Pero lo cierto es que Candelario, según personas de su entorno familiar, “sólo pretendía sacarle un dinerito al Estado”.
Otros casos
Las grandes masacres parecen ser el escenario perfecto para enorme fraudes. Alicia Esteve, o Tania Head -como se hacía llamar-, era una de las ’supervivientes’ del 11-S que mejor narraba sus vivencias en el atentado. Llegó a ser la presidenta de la Red de Supervivientes del World Trade Center hasta que el The New York Times logró desenmascararla en septiembre de 2007.
Enric Marco estuvo 30 años contando su dramático pasado como víctima del nazismo en el campo de concentración de Flossenburg. Tres décadas después y tras presidir la asosiación Amical de Mauthausen, declaró que inventó este relato porque “así la gente le escuchaba más y su trabajo divulgativo era más eficaz”. Ocurrió en 2005.
11-03-2010, 22:32
Ya sabía meirdas de esas...en fin...qué tipo de educación habrá recibido esa gente?
16-03-2010, 15:24
que gentuza, deberian recibir un buen escarmiento, no se puede aprovechar uno de estas cosas solo pa sacar un dinerito
17-03-2010, 02:28
dinero...o notoriedad, como el caso de la catalana del 11S
Dik Morpheus
Dik Morpheus
A longa loita pola que deixaron vidas, a dura patria que recorre o corazón, a moita xente que resultou falecida e a nosa alma que nunca dará o perdón.Non teñas medo polos disparos da noite seguro que algun día ha sair o sol, deixade a xente que pola sua terra loite GALIZA NUNCA HA DE APAGAR O SEU FOL! VGSP
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