09-02-2012, 06:17 PM
Dejando de lado la corrupcion, que es otro caso y en el que estaremos practicamente todos de acuerdo, centremonos en lo que he dicho, porque me parece que no lo habeis leido o lo habeis obviado de modo flagrante.
Un ciudadano A, está empadronado en Castilla la Mancha, y otro ciudadano B lo está en Valencia. El estado hace recuento de ciudadanos empadronados y en función de ello reparte dinero a las distintas instituciones públicas, tanto a las que tienen competencias adquiridas por las autonomías como las que no. El ciudadano A es consciente de que en su tierra no encuentra trabajo y emigra a Valencia, manteniendo su empadronamiento en Castilla la Mancha. El ciudadano A se pone enfermo, va al hospital valenciano del ciudadano B, tiene un problema, acude a la policia del ciudadano B, etc y toca pagar a Hacienda y... los paga en Castilla la Mancha.
¿Que ocurre? El estado ha invertido x millones para sanidad, educacion, seguridad y demás para ambas regiones en función de los empadronamientos, pero su uso real no corresponde con el uso que debiera tener. Por lo que Valencia tiene que dotar de servicio a sus ciudadanos que han pagado sus impuestos y además a los que vienen de fuera que no han puesto un duro, creandose un deficit. En cambio, Castilla la Mancha esta ofreciendo un servicio segun el numero de empadronados, cuando el uso real es menor.
¿Donde va a parar ese dinero? ¿Se gasta en fomentar el trabajo, la industria o nuevas formas de negocio en las zonas con menos recursos? Claramente no.
Luego cuando alguna autonomía se cansa de pagar ese dinero que no se aprovecha y que claramente NO ha generado la autonomía receptora, la gente se pone histerica con que se van a quedar atras, que son unos insolidarios y que no debe de haber ciudadanos de primera y de segunda, cuando son ellos mismos los que están creando esa desigualdad.
Si todos pagaramos en donde nos toca los impuestos y no fueramos unos defraudadores, probablemente muchos de los problemas que tenemos ahora con la crisis no los tendriamos.
Si tiene que venir alguien de fuera a disfrutar de mi tierra, de mis colegios, de mis hospitales y de todo, bienvenido sea, pero que pague al igual que pago yo, y no a aprovecharse sistematicamente de mi mejor calidad de vida a base de subvenciones que provienen de las arcas publicas.
Un ciudadano A, está empadronado en Castilla la Mancha, y otro ciudadano B lo está en Valencia. El estado hace recuento de ciudadanos empadronados y en función de ello reparte dinero a las distintas instituciones públicas, tanto a las que tienen competencias adquiridas por las autonomías como las que no. El ciudadano A es consciente de que en su tierra no encuentra trabajo y emigra a Valencia, manteniendo su empadronamiento en Castilla la Mancha. El ciudadano A se pone enfermo, va al hospital valenciano del ciudadano B, tiene un problema, acude a la policia del ciudadano B, etc y toca pagar a Hacienda y... los paga en Castilla la Mancha.
¿Que ocurre? El estado ha invertido x millones para sanidad, educacion, seguridad y demás para ambas regiones en función de los empadronamientos, pero su uso real no corresponde con el uso que debiera tener. Por lo que Valencia tiene que dotar de servicio a sus ciudadanos que han pagado sus impuestos y además a los que vienen de fuera que no han puesto un duro, creandose un deficit. En cambio, Castilla la Mancha esta ofreciendo un servicio segun el numero de empadronados, cuando el uso real es menor.
¿Donde va a parar ese dinero? ¿Se gasta en fomentar el trabajo, la industria o nuevas formas de negocio en las zonas con menos recursos? Claramente no.
Luego cuando alguna autonomía se cansa de pagar ese dinero que no se aprovecha y que claramente NO ha generado la autonomía receptora, la gente se pone histerica con que se van a quedar atras, que son unos insolidarios y que no debe de haber ciudadanos de primera y de segunda, cuando son ellos mismos los que están creando esa desigualdad.
Si todos pagaramos en donde nos toca los impuestos y no fueramos unos defraudadores, probablemente muchos de los problemas que tenemos ahora con la crisis no los tendriamos.
Si tiene que venir alguien de fuera a disfrutar de mi tierra, de mis colegios, de mis hospitales y de todo, bienvenido sea, pero que pague al igual que pago yo, y no a aprovecharse sistematicamente de mi mejor calidad de vida a base de subvenciones que provienen de las arcas publicas.